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El pisto a la bilbaína se hace con verduras./GM |
Ingredientes para la receta de pisto (para 4 personas):
- 1 calabacín grande
- 2 cebollas medianas
- 3 o 4 pimientos verdes medianos
- 1 lata de salsa de tomate de 250 grs.
- 3 huevos
Método de elaboración de la receta:
Se pela el calabacín, se le
quitan las semillas y se parte en trozos pequeños. Se reservan.
En una cazuela se pochan las cebollas y los pimientos verdes picados
en pedazos pequeños. Cuando estén hechos, se echa el calabacín partido, se deja
cocer durante una hora y se revuelve de vez en cuando. En el caso de que se le vea caldoso, se destapa la cazuela y se tiene hirviendo un rato
destapado.
Una vez hecho, se le añade la salsa tomate y se va mezclando
todo entre dos y cinco minutos.
Por último, se agregan los huevos y se va removiendo
todo. Se sirve con tres rodajas de pan.
Información nutricional del calabacín
Aunque el calabacín es una hortaliza
que pertenece a la misma especie botánica que la calabaza, presenta características y propiedades nutritivas propias.
El calabacín está compuesto
principalmente por agua, hidratos de carbono en mayor cantidad que en la calabaza, y una baja proporción de grasas
y proteínas. Asimismo, el consumo de esta hortaliza supone un aporte moderado de fibra. Todo
esto unido convierte al calabacín en
un alimento de bajo aporte calórico, idóneo para incluir con frecuencia como ingrediente en la dieta de personas con exceso de peso. Sin embargo, la preparación
culinaria influye directamente en este aporte calórico, e incluso se pueden duplicar las calorías, si se consume
frito.
En cuanto al aporte vitamínico, destaca
la presencia discreta de folatos y pequeña cantidad de vitamina C. A diferencia de la calabaza
que es muy rica en betacarotenos (provitamina
A), el calabacín apenas contiene. También contiene vitaminas del grupo B como B1, B2 y B6, pero en
menores cantidades.
Los folatos intervienen en la producción
de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis del material
genético y en la formación de anticuerpos del sistema inmunológico.
En relación a su contenido en minerales, el calabacín
es una buena fuente de potasio, además de presentar pequeñas cantidades de magnesio, fósforo y hierro.
El potasio es un mineral necesario
para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad
muscular normal. El magnesio
juega un papel importante en la formación de huesos y dientes, se
relaciona con el funcionamiento del intestino, nervios y músculos, mejora la inmunidad y posee un suave efecto laxante.
El calabacín presenta una pequeña
cantidad de hierro, pero este
mineral apenas se asimila en nuestro cuerpo, en comparación con el hierro
procedente de los alimentos de origen animal.
Esta hortaliza contiene
además unas sustancias denominadas mucílagos,
que son un tipo de fibra que suaviza y desinflama las
mucosas del aparato digestivo. Por ello, al tratarse de un alimento fácil de digerir y con ligero efecto laxante, su consumo
resulta adecuado en caso de estómagos delicados, mala digestión, gastritis y estreñimiento.
Contribuye a reducir las tasas de colesterol en sangre y al buen control
de los niveles de azúcar en sangre en las personas
con diabetes.
Por su elevado contenido de potasio
y bajo de sodio, puede incluirse en las dietas
de personas con patología cardiovascular y renal
(cálculos renales), así como en los casos
de quienes padezcan de hipertensión
arterial. Les confiere una acción diurética, que favorece la eliminación del exceso de
líquidos del organismo.
Con el aumento de la producción
de orina, se eliminan, además de líquidos,
sustancias de desecho disueltas en ella como ácido úrico y urea.
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