miércoles, 11 de marzo de 2015

Receta de gulas con gambas al ajillo

gulas gambas ajillo
Deliciosas gulas, en cazuela de barro./GM

Ingredientes para la receta de gulas con gambas al ajillo (para 4 personas):

  • Gulas (aproximadamente unos 100 grs. por persona)
  • Una docena de gambas pequeñas
  • 4 ajos
  • Aceite
  • Sal
  • Guindilla (si se desea)

Método de elaboración de la receta:

En una sartén con una cantidad mediana de aceite se echan los ajos cortados de forma laminada o en rodajas medianas. Cuando ya estén dorados, se sacan y se retiran.

A continuación, se echan las gambas en la misma sartén con un poco de sal, y después de dejarlas freír durante medio minuto, se agregan las gulas en ese mismo aceite para freírlo todo junto. Se dejan hacer un par de minutos y se echan en cazuelas de barro individuales o en platos.

Los ajos retirados se sirven al gusto por encima de las gulas.


Propiedades nutricionales de las gulas

Las gulas, sucedáneo de la angula, es un plato preparado cuya materia prima es el músculo del pescado blanco troceado, al que se añaden aditivos. Simulan el aspecto, tamaño, forma y color, y la textura de las crías de la anguila, el alimento más caro del mercado.

Se trata de un producto de buena calidad, desde el punto de vista gastronómico y nutritivo.

Se fabrica a partir del surimi, que es un picado de músculo de la carne de pescado. Para hacer las gulas el surimi utilizado se consigue, sobre todo, de los lomos de un pescado blanco llamado Abadejo de Alaska. Este surimi se mezcla con aceites vegetales, harina de trigo, clara de huevo, proteína de soja, extracto de almeja y tinta de sepia.

Además, según el producto que se quiera obtener -en este caso sucedáneos de la angula- el surimi se junta con diversos aditivos. Los más comunes son los polifosfatos y aglutinantes (almidones, proteína de soja), que mejoran la textura, la hacen más estable y favorecen la retención de agua necesaria para el producto; los aromas, saborizantes y potenciadores de sabor (glutamato monosódico o E-621) que refuerzan el sabor y realzan los aromas; los conservantes (sal, ácido sórbico); y los colorantes. La mezcla final se calienta hasta que adquiere la consistencia de gel que permite darle la forma deseada.

La gula es un producto con una agradable textura y poco graso. Aporta unas 165 calorías por cada 100 gramos y tiene una buena fuente de proteínas de alto valor ecológico, un 11%, al ser el surimi un derivado del pescado. En concreto, conserva hasta un 75% de las proteínas de los pescados empleados como materia prima para su obtención. La cantidad de grasa, en principio baja, depende de los ingredientes añadidos y la de hidratos de carbono (máximo 5%) se debe al uso de azúcares como sustancias crioprotectoras (protegen las propiedades del producto durante la congelación) y de almidones que consiguen la textura adecuada.

Su contenido en vitaminas y minerales es inferior al del pescado, a excepción del sodio que se utiliza como conservante. Debido al proceso de lavado, al que se somete el producto durante su procesado, se pierden vitaminas hidrosolubles y algunos minerales.

Dado su contenido en sal, que se añade para conseguir la textura de gel del surimi, es importante que personas con hipertensión, insuficiencia cardiaca o retención de líquidos no abusen de estos derivados. Además, el hecho de que el surimi se elabore con carne de pescado convierte a todos sus productos derivados en alimentos a evitar por parte de quienes padecen de alergia al pescado.

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